Y llega el 2011, el legado de un año que ya se acaba.
Un año para aprender de los errores, en el que me dí el chance de creer en el amor, pero también dejarlo ir.
Un año en que pude ver otro lado de mi vida, y en el que muchas y muchos vieron otro lado de mi vida.
Un año para tomar responsabilidades, para divertirme con lo que hago, para tomar grandes decisiones.
Gracias 2010 porque me dejaste un maravilloso febrero (Opratós Neos) y un mágico julio (Nowa y Cirque Luzaçone) Gracias porque allí, al ver la grandeza de Dios solo pude decir... SOS UN CHUZO
Gracias por un enero de carreras, un marzo de clases maravillosas. Por ese abril en donde vi que tu amor es enorme... y en el que viví de nuevo del amor.
Por ese mayo lluvioso y de despedidas. Un junio de sueños, amigos y desamor.
Agosto, setiembre, octubre... gracias por ese cansancio y los problemas, porque a pesar de tener que dejar mucho, al final me diste más.
Gracias por noviembre, por los milagros y las grandes ideas.
Gracias por diciembre entre experiencias nuevas, amigos nuevos, y nuevos sueños... gracias por mi Comunidad de Vida.
Simplemente gracias 2010 (te sigue ganando el 2009, pero el 2011 viene con mucho)
Y a partir de este momento declaro en mi vida que el 2011 es el año de Víctor, el año de mis 10 años en PJ y mis 25 años de vida... Abril va a ser mi mes de aniversarios
Ayer el día amaneció como cualquier otro, el sol brillaba con fuerza en un día para una efeméride olvidada...
La rutina de siempre: levantarse, desayunar, bañarse, alistarse y salir corriendo para clases. Una clase que al final no fue por tanto ruido en la Facultad. Educa se llenó de sonidos y música para celebrar el encuentro de culturas; las comidas, los trajes, el baile y la música fueron la excusa perfecta para cancelar la clase y unirnos a una celebración alegre.
El juego de dominó en la tarde me señaló un gran día, y el gran León Chino con su baile fue un signo perfecto en un gran día.
El día en que viví una buena clase de enfoques, en que me regresé a la casa con la preocupación por un examen que no fue y por un trabajo no culminado.
Pero el televisor y las redes sociales enfocaron mi atención en un evento considerado milagroso por algunos, cómo un triunfo humano para otros.
¿Cómo es que 33 hombres llegan a cautivar al mundo entero?
A lo largo de la noche la pregunta dio vueltas en mi cabeza, mientras veía como poco a poco las personas se unían en una plegaria, un pensamiento o un simple deseo de éxito.
El Twitter se convirtió en aliado para las noticias, el Facebook se convirtió en el lugar perfecto para demostrar la alegría y la esperanza... en esa noche no leí ninguna queja y me olvidé de mi examen de Cuali.
Y es que para mí si fue un milagro, el ver cómo las personas unían sus mentes y oraciones por todo un país, por presenciar la alegría con cada minero rescatado, al admirar la valentía de 6 rescatistas que arriesgaron su vida por salvar a sus hermanos.
Con los abrazos en pantallas la alegría aumentaba, con las lágrimas de las familias de los mineros otras muchas salían por todo latinoamérica. La situación hasta se convirtió en motivo de humor y de alegría...
Simplemente hoy me levanté y sentí que el mundo es un poco más bello, que la lluvia ha regresado poco a poco y que empieza el estrés de final de semestre... pero el mundo es un poco más bello, tiene más esperanza, aprendió que si se pueden unir las personas al ver milagros...
Un día para ver que Dios cada vez es más chuzo... simplemente un día para ver al mundo con nuevos ojos
Mi vida ha tenido un giro, sí, un giro importante. Poco a poco siento que mi vida se estructura alrededor de mi realidad, es como si los círculos de mi realidad se van uniendo, se fusionan... y que pronto se conjuntará todo en mi vida.
Y me pregunto que siento ante todo esto...
¿Miedo?
Ya no... creo que es más un sentimiento de ansiedad, de comprender que todo va fluyendo por sí solo, sin necesidad de mover las ruedas.
Y también me impulsa este sentimiento que ha nacido alrededor mío, esto que ahora me mueve para cumplir mis sueños...
Y voy creciendo. Voy cambiando. Voy madurando...
Ahora el futuro que tan lejano parecía va tomando un matiz más cercano... ahora siento que todo va tomando más forma en mi vida... y esto me hace feliz
Estos últimos días han sido extraños. La Semana Santa estuvo llena de sentimiento encontrados: representar al discípulo amado fue de lo más hermoso que he podido hacer, la alegría de ver a las chicas y chicos de PJ participando activamente en las celebraciones... alegría y orgullo.
Pero también me sentí muy afectado emocionalmente, en especial después de la muerte de Normita. Si bien sabíamos que estaba enferma, sigue doliendo el saber que el alma de las fiestas en la Parroquia ya no está físicamente a nuestro lado.
También me ha dado por pensar en lo que hecho en mi vida. Los "amigos" del tiempo de colegio ya no están... la amistad ha cambiado.
Ver parejas de amigos terminar... impacta. Es extraño acostumbrarse al hecho de que ya no son pareja.
Pensar que después de cuatro años de haber salido del Seminario mi vida ha cambiado tanto, si aún estuviera allí este sábado 10 de abril hubiera recibido el ministerio del Lectorado, pero no estoy y no sé que siento al respecto. Lo que si sé es que me siento feliz de que haya sucedido mi salida.
Ya no soy el mismo niño de antes. Ya no soy un adolescente soñador e iluso. Soy un hombre más centrado (no mucho =D) con sueños más estructurados. Con ilusiones... si.
A tres días de cumplir 24 años...
Siempre busco el lado bueno de las cosas. Y siempre que me siento confundido o extraño me suelo llenar de muchas ideas. Me arrebata la musa inspiradora... y escribo.
Aquí va un poco de lo que siente mi corazón... espero comentarios.
Que voy cambiando, que todo cambia a mí alrededor...
Que ya queda muy poco de lo que fui antes, que la vida da vueltas pero sin regresar al mismo punto.
Que el viaje sigue, que el tren no se detiene. Si me quedo en una estación no podré seguir, porque no sé cuando pasa el próximo tren.
Que nada es para siempre. Los amigos pasan, algunos se quedan. Otros cambian y no vuelven a ser iguales.
Y la vida sigue, girando, rodando, tropezando, andando, martillando o ilustrando.
¿Ilustrando?
Y el pincel se desliza, suave, ínfimo, fuerte y potente a la vez. Traza, describe, delinea… define. Y el pincel lo llevo YO.
Y lo que se fue no volverá, pero vivo con la esperanza de lo nuevo que vendrá.
La vida cambia, en ocasiones demasiado rápido. Las personas mueren, nos dejan físicamente. Las parejas terminan, pero continúan los mismos amigos (separados, pero amigos igual). El tiempo pasa y te das cuenta de que aquellos que fueron tan importantes en algún momento de tu vida ya no están tan cerca. Que el tiempo cura toda herida, aunque aún se ignore porqué sucedió algo.
Estoy aquí. Triste y alegre a la vez, con la mirada llena de lágrimas. El rostro nublado, oculto tras un halo de desconcierto.
Pero siempre… siempre… el corazón alerta, feliz, contento… siempre hay una luz (pequeña o grande) que me ilumina la vida.
¿Eres acaso eso que siempre pense que llegaría a mi vida? Eres ese sol que continúa oculto tras las nubes. Eres esa neblina que cubre las noches de mi ciudad. Eres el cristal roto que cubre mis ojos...
Eres tanto y tan oculto, tan oculto y tan cercano, tan cercano y tan doloroso, tan doloroso...
